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Obsesión por ser fitness; el nuevo trastorno social

La búsqueda incansable de un estilo de vida saludable se ha convertido en una prioridad para muchas personas en la sociedad actual. Sin embargo, cuando esta búsqueda se transforma en una obsesión que consume todos los aspectos de la vida, puede convertirse en un problema serio para la salud física y mental.

Laura Sánchez, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario La Luz de Madrid, ha alertado sobre los riesgos asociados a esta obsesión por la salud, un fenómeno que podría encajar en la categoría de nuevos trastornos de la conducta alimentaria. Sánchez explica que si bien cuidar de nuestro bienestar es fundamental, cuando esta preocupación se vuelve excesiva y limita nuestra calidad de vida, estamos ante un trastorno que requiere atención.

Los riesgos de esta obsesión son múltiples y abarcan tanto el ámbito físico como el psicológico. A nivel físico, pueden surgir problemas como desnutrición, trastornos hormonales, fatiga crónica y debilidad muscular. A nivel psicológico, la ansiedad, la depresión, la baja autoestima y dificultades para concentrarse son síntomas comunes. Además, esta obsesión puede llevar a un aislamiento social y a cambios bruscos de humor, llegando incluso a pensamientos suicidas en casos extremos.

¿Cómo distinguir entre una preocupación saludable por nuestro bienestar y una obsesión que puede dañarnos? Sánchez señala que una preocupación excesiva por la alimentación y el ejercicio, el miedo a ciertos alimentos, el aislamiento social y la negación de la gravedad del problema son señales de alarma que requieren atención.

Es importante destacar que la línea que separa una vida saludable de una obsesión puede ser difusa. Sin embargo, si sientes que la comida y el ejercicio dominan tus pensamientos, si evitas ciertos alimentos por miedo a engordar, si prefieres estar solo para controlar tu alimentación o si no reconoces que tienes un problema, es fundamental buscar ayuda profesional.

Un equipo multidisciplinario, compuesto por psicólogos, nutricionistas y otros especialistas, puede proporcionar el apoyo necesario para superar esta situación. Además de la ayuda profesional, adoptar una alimentación equilibrada y variada, realizar ejercicio de forma regular sin excederte, buscar apoyo social y aprender a aceptar tu cuerpo son medidas clave para recuperar el bienestar.

En conclusión, la obsesión por la salud, aunque paradójico pueda parecer, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental. Es fundamental reconocer los signos de alarma y buscar ayuda si creemos que estamos sufriendo este trastorno. Recuerda que cuidar de tu salud no significa obsesionarte con ella, sino encontrar un equilibrio que te permita disfrutar de la vida.