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Pasar tiempo en familia, clave para fortalecer vínculos y bienestar emocional

Especialistas coinciden en que la convivencia familiar mejora la salud mental y refuerza valores en niños y adolescentes

En un mundo cada vez más acelerado y dominado por la tecnología, la convivencia familiar ha cobrado una importancia crucial para el bienestar emocional de las personas. Pasar tiempo de calidad en familia no solo fortalece los lazos afectivos, sino que también genera un entorno de apoyo y confianza que resulta fundamental para el desarrollo integral de niños, jóvenes y adultos.

De acuerdo con expertos en psicología y sociología, compartir actividades cotidianas como comer juntos, conversar, realizar juegos o salir de paseo, contribuye a reducir niveles de estrés, ansiedad y depresión. Además, fomenta habilidades sociales, mejora la comunicación y crea un sentido de pertenencia que es clave para la formación de la identidad personal.

“Las familias que se toman el tiempo para convivir y escucharse tienden a ser más resilientes ante los desafíos de la vida diaria. No se trata de la cantidad de horas, sino de la calidad del tiempo que se comparte”, explicó la psicóloga familiar Verónica Torres.

Estudios recientes han mostrado que niñas, niños y adolescentes que conviven activamente con sus padres o cuidadores tienen mejor rendimiento escolar, mayor autoestima y menor propensión a conductas de riesgo. Por otro lado, los adultos mayores que mantienen una relación cercana con sus familiares presentan menores índices de deterioro cognitivo y depresión.

Especialistas recomiendan establecer rutinas que incluyan momentos de convivencia familiar sin interrupciones tecnológicas, como cenas sin teléfonos, caminatas en grupo o actividades lúdicas. También se sugiere involucrar a todos los miembros del hogar en tareas del día a día para fortalecer el sentido de equipo y corresponsabilidad.

En un contexto en el que muchas familias enfrentan jornadas laborales largas o viven en distintas ciudades, el esfuerzo por mantenerse conectados y compartir tiempo, aunque sea a distancia, sigue siendo una inversión valiosa en salud emocional y bienestar colectivo.