A ver, ¿te ha pasado que sales en la mañana con un sol radiante y a la tarde ya está lloviendo a cántaros? ¡No te preocupes, no te estás volviendo loco! El clima puede cambiar de un momento a otro por varias razones:
1. Las nubes: son como grandes mantas que tapan el sol y hacen que baje la temperatura. Si las nubes se acumulan, puede empezar a llover o nevar.
2. El viento: es como un gigante invisible que mueve el aire caliente y frío de un lado a otro. Si llega un frente frío, la temperatura puede bajar de golpe.
3. La humedad: es la cantidad de agua que hay en el aire. Si hay mucha humedad, el aire se siente más pesado y puede haber niebla o lluvia.
4. La presión atmosférica: es el peso del aire sobre la Tierra. Si la presión baja, puede haber tormentas.
5. La rotación de la Tierra: la Tierra gira sobre sí misma, lo que hace que haya diferentes temperaturas en diferentes partes del planeta.
6. El relieve: las montañas, los valles y los ríos también pueden afectar al clima.
7. El cambio climático: el aumento de la temperatura global está provocando que el clima sea más extremo e impredecible.
En resumen, el clima es como un juego de ajedrez, con muchas piezas que se mueven constantemente. Es normal que haya cambios de un día a otro, ¡así que no te olvides del paraguas!
