Con la llegada de las vacaciones de Semana Santa, muchos estudiantes esperan con ansias un merecido descanso de las clases y exámenes. Sin embargo, ¿te has preguntado por qué esta celebración religiosa no tiene una fecha fija? En años recientes, hemos presenciado la variabilidad de la Semana Santa: en 2021 abarcó del 28 de marzo al 4 de abril; en 2022, del 10 al 17 de abril; en 2023, del 2 al 9 de abril; y este año, en 2024, se extenderá del 24 al 31 de marzo.
El semanario católico «Desde la fe» explica que, a diferencia de la mayoría de las festividades religiosas que se celebran en la misma fecha cada año, la Semana Santa es una de las pocas móviles. Esta peculiaridad se remonta a las antiguas prácticas romanas y judías. En la antigua Roma, el tiempo se medía según el calendario solar, mientras que las festividades cristianas y judías seguían el calendario lunar. La muerte de Jesús, central en la Semana Santa, coincide con la celebración de la Pascua judía.
Según los relatos bíblicos, Jesús celebró la cena pascual con sus discípulos poco antes de su crucifixión, recordando la salida del pueblo de Israel de Egipto. Las costumbres judías situaban la Pascua en el día 15 del mes de Nisan, que comenzaba con la primera Luna nueva de primavera. Por tanto, la Semana Santa se establece en el domingo siguiente a la primera Luna llena después del equinoccio de primavera.