La infertilidad masculina es un problema que afecta a una gran parte de las parejas, siendo responsable de aproximadamente la mitad de los casos de infertilidad, según el Instituto Mayo Clinic. Aunque a diferencia de las mujeres, los hombres no tienen una «fecha de caducidad» para su fertilidad, es importante saber que la calidad del esperma disminuye con la edad, especialmente a partir de los 40 años. Sin embargo, existen varios factores que pueden afectar la producción y calidad del esperma y que deben ser evitados para preservar la fertilidad masculina.
El estrés es uno de los principales factores que alteran el equilibrio hormonal, lo que puede disminuir la producción de espermatozoides. Además, llevar una dieta desequilibrada, que carezca de nutrientes esenciales como zinc, selenio y antioxidantes, también puede afectar negativamente la calidad espermática. La obesidad es otro factor crucial, ya que el exceso de grasa corporal puede reducir los niveles de testosterona y aumentar el estrés oxidativo en los testículos, lo que afecta la fertilidad.
El consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo son bien conocidos por sus efectos negativos sobre la fertilidad masculina. El alcohol reduce la producción de testosterona, mientras que el tabaco daña el ADN de los espermatozoides y disminuye su cantidad. Las drogas recreativas, como la marihuana y la cocaína, también afectan la motilidad y morfología de los espermatozoides, reduciendo las posibilidades de concepción.
Además, la exposición a químicos tóxicos, como pesticidas y metales pesados, puede alterar la producción de esperma, al igual que la exposición a calor excesivo, como baños calientes o el uso de ropa ajustada, que eleva la temperatura escrotal. El sedentarismo, la falta de sueño, la exposición a radiación y las enfermedades crónicas como la diabetes y problemas cardiovasculares también tienen un impacto negativo en la fertilidad masculina.
Es fundamental estar consciente de estos factores y, en caso de experimentar problemas de fertilidad, acudir a un especialista para un diagnóstico adecuado.