Vida y Entretenimiento

¿Qué es el taro y por qué está ganando popularidad en las bebidas y postres?

Este tubérculo asiático conquista los paladares con su sabor suave y color llamativo

El taro, también conocido como colocasia o malanga japonesa, es un tubérculo originario del sudeste asiático que ha empezado a ganar terreno en las cocinas y cafeterías de todo el mundo. Con un sabor dulce y terroso, y un color lila pálido que se intensifica al procesarse, el taro ha encontrado su lugar en una variedad de bebidas, postres y platillos, especialmente dentro del universo de la gastronomía asiática y la cultura del bubble tea.

¿Qué es el taro?

El taro es una raíz comestible que se ha cultivado por siglos en países como China, Filipinas, Vietnam, India y Japón. Al cocinarse, su textura se vuelve cremosa y su sabor recuerda ligeramente a la vainilla o a la batata. Sin embargo, es importante destacar que el taro no debe comerse crudo, ya que contiene compuestos que pueden ser tóxicos si no se cocinan adecuadamente.

¿En qué bebidas y alimentos se puede encontrar?

Gracias a su sabor delicado y su color característico, el taro es un ingrediente cada vez más común en:

  • Bubble tea (té de burbujas): La leche con taro es una de las opciones más populares, con una mezcla de té, leche, azúcar y extracto o polvo de taro.
  • Helados y nieves: Por su textura cremosa, el taro se adapta bien a los productos congelados.
  • Pasteles y panecillos: Utilizado como relleno o saborizante, el taro aparece en mochi, panecillos chinos (baozi) y bizcochos.
  • Smoothies y lattes: En cafeterías especializadas se sirve como bebida caliente o fría, muchas veces combinado con leche de coco o almendra.
  • Platos salados: En su versión natural, también se emplea en sopas, curry y croquetas, especialmente en cocinas del Pacífico y el sudeste asiático.

El taro se puede encontrar en forma de raíz fresca, polvo instantáneo o pasta procesada, dependiendo del uso culinario que se le quiera dar.

Tendencia en ascenso

El auge del taro se debe en parte a las redes sociales, que han hecho viral su apariencia única y su sabor inesperado. Su inclusión en menús de cafeterías y restaurantes de moda es ya común en ciudades como Los Ángeles, Ciudad de México, Madrid y Buenos Aires, donde el interés por la comida asiática y los ingredientes naturales sigue creciendo.