Al menos 3 de cada 10 personas trabajadores en nuestro país bajaría su rendimiento al mínimo esfuerzo en su empleo actual por la baja posibilidad de conciliar su vida laboral y personal, entre otros motivos.
Se ha denominado renuncia silenciosa a la actitud del mínimo esfuerzo en el trabajo; es decir, sin dar un extra. Es una posición que han asumido algunos trabajadores en respuesta al agotamiento, malos ambientes organizacionales, poca posibilidad de conciliar la vida laboral con la personal, entre otros aspectos. En México es una bomba que está a punto de estallar.
De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC Mundial, al menos el 34% de la población trabajadora del país se limitaría a hacer únicamente lo que le corresponde en su puesto, sin ninguna aportación adicional, con tal de cuidar su salud mental, priorizando su vida personal.
Pero este no es el único motivo que orillaría a las personas a la renuncia silenciosa, otro 29% de los encuestados asegura que los bajos sueldos y la falta de incremento salarial los llevaría a asumir la postura del mínimo esfuerzo en sus empleos actuales.
“Se trata de personas que han decidido erradicar la ideología de estar viviendo por y para el trabajo. Laboran sólo lo necesario, sin excesos, cumpliendo con sus tareas, pero sin involucrarse en otras actividades. Es un fenómeno social que podría tener antecedentes de un colaborador desmotivado, abrumado, que ha estado inconforme con el ambiente laboral durante un tiempo considerable”, explica Abel Navajas, especialista de Affor Health.