La tercera entrega de la franquicia de Venom, titulada Venom: The Last Dance, ha tenido un debut más discreto de lo esperado en la taquilla de Estados Unidos, recaudando 51 millones de dólares en su primer fin de semana, según los informes preliminares de Sony. La cifra representa un descenso notable en comparación con sus predecesoras, que en sus respectivos estrenos lograron cifras más sólidas. La primera película, Venom (2018), recaudó 80.2 millones de dólares en su debut, mientras que la secuela, Venom: Let There Be Carnage (2021), abrió con 90 millones, incluso durante la recuperación pospandemia en los cines.
Protagonizada por Tom Hardy, quien interpreta a Eddie Brock y a la entidad alienígena Venom, The Last Dance se esperaba que alcanzara los 65 millones en su fin de semana inaugural. Sin embargo, aunque su taquilla local ha sido menor de lo previsto, la película ha obtenido buenos resultados en el mercado internacional, recaudando 124 millones de dólares en total fuera de Estados Unidos. En China, Venom: The Last Dance generó 46 millones de dólares en sus primeros cinco días, consolidando uno de los mejores fines de semana internacionales para un estreno de Hollywood este año.
La película, que contó con un presupuesto de producción de aproximadamente 120 millones de dólares, sin contar los gastos de marketing, podría todavía generar ganancias para Sony gracias a su desempeño global. No obstante, las reseñas han sido mixtas: la película tiene un puntaje de apenas 36% en Rotten Tomatoes y una calificación “B-” en CinemaScore, el más bajo en la franquicia hasta ahora.
Con guion de Kelly Marcel, quien también dirigió la cinta, y con la participación de Hardy en la escritura, Venom: The Last Dance está enfrentando el desafío de mantener el interés en la franquicia en medio de un entorno competitivo y con altas expectativas para las producciones de superhéroes.