El último viernes previo al Domingo de Ramos, una semana antes del Viernes Santo es para contemplar y acompañar a la Virgen María en sus Dolores, es considerado el «Viernes de Dolores».
Viernes de Dolores, se le dice al viernes preámbulo de toda una Semana de Pasión y Dolor, en el que se enaltece y venera a una madre enlutada, con una espada atravesándole el corazón, con lágrimas en sus ojos y con sus manos de dedos entrelazados en señal de la angustia que brota de su alma.
La religión católica pide acompañarla meditando sus 7 Dolores que traspasaron su corazón y la convirtieron en participe de la redencion con su hijo para poder salvarnos.
Ella es una madre dolorosa. Esta mujer llena de dolor está representando a todas las madres del mundo que han pasado por la prueba de amargura sin límite de ver morir a un hijo.
