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UASLP, autonomía y libertad

Cien años se dicen pronto pero la historia de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí está ligada irremediablemente al devenir histórico de los potosinos.

La UASLP es cuna de muestra historia porque es de su vientre de donde surgieron los hombres que han conducido a nuestro Estado a lo que hoy somos, algunas veces bien, otras mal.

Los gobernantes potosinos, en lo que me ha tocado vivir, han surgido de las entrañas universitarias, excepto el maestro Carlos Jonguitud y el actual mandatario, Ricardo Gallardo Cardona.

La Universidad pese a los episodios negros de su historia, ha sobrevivido a todo tipo de coyonturas políticas, grupos de maldosos y porros.

Durante unos 30 años una mafia de empoderados políticos movió a su antojo a la institución y lo que ella representa moral, académica, económica y políticamente.

Así era el manejo de la UASLP hasta que el hoy rector, Alejandro Zermeño, tuvo los tamaños de emprender una lucha que terminó con la insana tradición de heredar el gobierno de la máxima casa de estudios potosina al secretario general, electo, claro está, a contentillo del rector en turno.

Zermeño rompió todos los paradigmas, aguantó todas las presiones pero tejió fino y le toca encabezar hoy, el destino de futuro de la institución que durante la pandemia que puso a prueba las capacidades sanitarias, docentes, administrativas y políticas de un hombre proveniente de un sector de alta estima en la comunidad potosina.

Oftalmólogo de profesión apenas pudo sentarse en el cargo cuando llegó la crisis sanitaria. De pie, colaboró con las autoridades y fue parte fundamental de la conducción de la misma, mantuvo activo al personal docente rebasado tecnológicamente por los estudiantes que, hay que decirlo, tienen mas capacidades para el manejo de dispositivos electrónicos y programas, que el profesorado.

Dos años en el cargo le han significado al doctor Zermeño conocer las verdaderas entrañas del entramado universitario donde también hay tenebras y grillas baratas como en todo núcleo de seres humanos.

En la historia reciente los antecesores de Zermeño tienen su propia historia. Jaime Valle fue sin duda un gran rector, un constructor, con todo y que cargaba con el estigma de “el loco”. Pero si un pecado tuvo Jaime Valle fue dejar a Mario García que se volvió loco y saltó a la política creyendo que podía ser gobernador llenando de saqueadores el Ayuntamiento de la capital (Aun hoy corren historias de cómo su tesorero, Pepe Bolaños Guangorena, presumía a sus amigos costales con cinco y hasta 10 millones de pesos en efectivo que acumulaba en una casa de seguridad que rentaba cuando era el encargado de los dineros del Ayuntamiento)

Pero todavía no terminaba de sorprendernos la sucesión rectoril porque Mario dejó al arquitecto Fermín Villar Rubio con una bien ganada fama pero en el cargo se dejó influir por voraces asesores que lo llevaron a dejar un amargo sabor de boca a los universitarios. Esos rasputines hicieron que se volviera contra García persiguiendo a personajes como Pilar Delgadillo y emprendiendo campañas negras en su contra.

Villar terminó su periodo, en el que también hizo cosas buenas por la Universidad, encerrado en su despacho de rectoría.

Mario García pasó a la ignominia política, Juan Manuel Carreras le dio la dirección del CONALEP y ahí estuvo cobrando por una temporada.

Villar no pudo heredar la rectoría a Anuar Kasis porque Zermeño trabajó el boleto y obtuvo los votos en una jornada histórica para la Universidad

Llegó el 2023 y ahí está la gloriosa universidad, festejando 100 años de autonomía con Alejandro Zermeño Guerra como rector. Zermeño tiene un estilo particular para dirigir a la UASLP, es un hombre exitoso profesional, personal, familiar y socialmente y tiene lo que solo aporta la edad a los humanos: sabiduría y prudencia.

Zermeño se conduce con gran estatura moral y ha resistido el ultimo año a los tenebrosos que lo quieren confrontar con el gobernador, Ricardo Gallardo Cardona. Obvio Zermeño no se dejará usar y esos que le insisten en retar y enfrentar al gobernador de una vez que se despidan de sus insanas pretensiones o que saquen la cara y lo hagan por sí mismos si es que son tan valientes.

Zermeño tiene un lugar bien ganado en el ámbito de la educación superior de México, no es gratis que durante los festejos vinieran a San Luis Potosí el rector de la UNAM, Enrique Graue y el subsecretario de eduación y fundador de MORENA, Luciano Concheiro Bórquez así como el secretario general de la ANUIES, Jaime Valls Sponda.

Mi reconocimiento todas y cada una de las personas que en este siglo han aportado su sabiduría a la Universidad y mi gratitud personal a quienes se han cruzado en mi camino de aprendizaje por la vida.

Felicidades al rector Alejandro Zermeño por formar parte de una gran historia, la historia de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Siempre Autónoma por mi Patria Educaré. Que viva la libertad!

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