El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica que cinco olas de calor golpearán el territorio nacional entre marzo y julio, exacerbando los efectos de la sequía en diversas áreas del país. Además, se anticipa que el año 2024 será más cálido que el 2023, con temperaturas que podrían exceder los 40 grados centígrados en algunas regiones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre los impactos fisiológicos significativos que la exposición a un calor excesivo puede tener en la población, a menudo agravando enfermedades existentes y resultando en muerte prematura o discapacidad.
En respuesta a estos pronósticos, Paulina Ordóñez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, ha recomendado medidas preventivas. Sugiere que la población reduzca la exposición al sol durante las olas de calor, se mantenga bien hidratada, utilice protector solar, sombreros y tome precauciones adicionales para evitar golpes de calor.
Además, señala que los segmentos de la población más vulnerables a estos fenómenos son los adultos mayores y los niños. Los cambios bruscos de temperatura y las condiciones extremas pueden provocar deshidratación y problemas cardiovasculares en estas poblaciones.