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Celebra Don Margarito 25 años de la Diócesis de Matehuala

A unos días de haberse celebrado el 25 aniversario de la Diócesis de Matehuala, el Obispo don Margarito Salazar Cárdenas habló sobre su trayectoria personal y su misión pastoral, en una entrevista que permite conocer más al ser humano y al sacerdote.

En una entrevista reciente, con José Martínez, don Margarito platicó en forma amena, como buen norteño, en una transmisión de la estación Oye 105.5 FM, dentro del programa “Memorias de nuestra gente”, que se publica en Facebook y por sus diferentes plataformas.

Don Margarito Salazar Cárdenas nació en Matamoros, Tamaulipas, el 22 de febrero de 1958, por lo que tiene 64 años.

Sus padres eran originarios de San Felipe Torres Mochas, Guanajuato. Él fue el sexto de los 11 hermanos que procrearon, de los cuales sobreviven 10.

Estudió la primaria, secundaria y preparatoria en Matamoros, y luego estudió tres años en el Seminario de Monterrey. 

Regresó a Matamoros para servir un año en el Seminario Diocesano como auxiliar y maestro de materias que ya dominaba.

Después prosiguió sus estudios en la Universidad Pontificia en la Ciudad de México, donde estudió tres años de teología y dos años en la licenciatura en Teología Dogmática.

Regresó a Matamoros para continuar con una vida ministerial que se prolongó por 30 años, de los cuales 21 los pasó en el Seminario y siete en parroquia.

Como Obispo de Matehuala tiene cuatro años; llegó el 23 de mayo de 2018, después de su nombramiento el 3 de marzo de ese año por el Papa Francisco.

“Me siento muy a gusto aquí en Matehuala. Hay mucha similitud entre la Diócesis de Matamoros y la Diócesis de Matehuala. Creo que el calor humano, el respeto por la Iglesia, la vida de fe, la sencillez de la gente, incluso el mismo calorcito…”, dijo.“Hay una identificación muy buena”, dijo.

Infancia feliz en Matamoros 

El Obispo de Matehuala recordó que vivió una niñez muy feliz en Matamoros, jugando futbol, andando en bicicleta, subiendo a los árboles y practicando actividades al aire libre. 

Sus padres eran muy religiosos, con principios muy claros, como el respeto a los valores; entonces acudía a la Parroquia del Buen Pastor, que convivía con los grupos parroquiales, pero nunca fue acolito. 

A los 19 años participó en un retiro de un mes, con reuniones diarias de dos horas, en la Parroquia San Antonio de Padua, donde los invitaron a participar en algunas actividades, pero él no se anotó, porque a la mitad del curso pensó mejor en su ingreso al Seminario. Y así fue, a los 15 días ingresó a un retiro pre-Seminario, motivado por la necesidad de valores, gusto por hacer algo bueno y ver las necesidades de la gente. 

Antes de su ingreso al Seminario, tuvo una relación de noviazgo, pero en su firme decisión de abrazar la carrera sacerdotal lo motivó a terminarlo. 

Sobre la práctica deportiva, dijo que siempre ha tenido el gusto por las actividades al aire libre, el futbol, el basquetbol y practicó el tenis en la Universidad Pontificia. 

Sobre los equipos del futbol mexicano, destacó su admiración por las Chivas, por la Selección Nacional, y comentó las características del Cruz Azul y el América. 

La cocina y sus gustos musicales 

El Obispo, motivado por su mamá, desde su juventud aprendió a cocinar y entre los platillos que prepara están la paella y el bacalao a la vizcaína; siente especial predilección por los mariscos, la cocina italiana, la cocina mexicana y, como buen norteño, la carne asada. Intenta consumir alimentos que no sean muy grasosos y aunque hace poco ejercicio, se ejercita con media hora de caminata. 

Sobre sus gustos musicales, escucha canciones de boleros, trova y ranchera; y entre sus intérpretes a Marco Antonio Solís, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute y Joan Sebastian, también música clásica e instrumental.

“Me gusta la buena música. De todo, pero buena”, dijo el tercer Obispo de la Diócesis de Matehuala. 

Volviendo a su preparación sacerdotal, señaló que en la fase del diaconado, un año antes de ser ordenado, fue una de las etapas de más preocupación por su decisión de tomar los hábitos y ya en la ordenación por parte del Obispo don Sabás Magaña García fue un tiempo que disfrutó mucho. 

Recordó que unos meses después de haber ingresado al Seminario en 1978, tuvo la oportunidad de saludar al Papa Juan Pablo II en un encuentro con seminaristas en Guadalajara en enero de 1979. 

Al Papa Francisco lo ha saludado en dos ocasiones, en sus 25 años de ordenación sacerdotal y en una reunión de nuevos obispos, en la que preguntó por la Diócesis de Matehuala, sus sacerdotes y los santos que se veneran. 

El pasado 31 de julio, 2022, el Obispo celebró el 25 aniversario de la Diócesis de Matehuala; su primer Obispo fue don Rodrigo Aguilar Martínez, el segundo fue don Lucas Martínez Lara (QEPD). 

Entre sus planes para el futuro de la Diócesis de Matehuala están trabajar con la juventud y por las vocaciones. El autor es Cronista Honorario de la Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León “José P. Saldaña”, A.C. 

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