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Priístas quieren fuera del partido a Elías Pesina

*Lo acusan de haber hundido al PRI y de lucrar con las causas del partido

Más de tres mil 800 militantes y simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) demandaron la inmediata renuncia de Elías Pesina Rodríguez como presidente estatal de dicho instituto político, pues consideran que sus acciones al frente de la organización, así como la falta de irregularidades y las recientes acusaciones que enfrenta por presuntos desvíos de recursos públicos, entre otros tantos temas, han sido la causa de las malas condiciones en que, actualmente, se encuentra el partido en San Luis Potosí.

«El actual dirigente, Elías Pesina, ni siquiera es capaz de defenderse a sí mismo, ante las graves acusaciones de corrupción que, en voz del gobernador del Estado, han quedado manifiestas. No es cualquier cosa cualquier cosa que un funcionario público de tal renombre se atreva a señalar directamente al indiciado. Ante el silencio y la cobardía, no queda más que aceptar que muy posiblemente resulten ciertos los actos de los cuales se le señala» se lee en un desplegado que dieron a conocer los inconformes.

En el documento, el grupo de priístas también acusan a Pesina Rodríguez de mantener al partido en la mediocridad y, lejos de dedicarse a trabajar para hacerlo crecer, abanderar las causas sociales y ser una fuerza política seria y sólida en la entidad, ha sido el medio para beneficiarse política y económicamente sí mismo y a su camarilla.

«Tenga dignidad y renuncie como presidente después del deterioro que le ha ocasionado a nuestro partido, el Revolucionario Institucional. Ese al que, usted, con su actuar político ilógico y su comportamiento personal turbio, ha manchado y sumido en la ignominia» enfatizan los militantes del tricolor.

Finalmente, los priístas insisten en la necesidad de que Pesina Rodríguez salga del PRI y se dé la oportunidad de que pueda iniciar una nueva era en la que se vuelva a trabajar por la gente, se abanderen las causas sociales y recupere el liderazgo que, durante décadas, tuvo como fuerza política de todo México.

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