Médicos han expresado una profunda preocupación por la permanencia de enfermedades vinculadas al consumo de comida chatarra, una situación que, a su juicio, evidencia el fracaso del plan nacional de salud para combatir este problema. Los profesionales basan su sospecha en la frecuencia con la que atienden casos de padecimientos digestivos y otros males directamente relacionados con la mala alimentación.
Explican que las medidas para prohibir la venta de alimentos “chatarra” en las escuelas no han tenido el impacto esperado, ya que el consumo de estos productos no ha disminuido, sino que se ha trasladado al hogar y a las reuniones de niños y adolescentes, lo que anula la efectividad de la estrategia. La inquietud de los especialistas locales se ve respaldada por un estudio de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2024, que revela una crisis de salud en el estado.
El reporte encontró que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población pediátrica de San Luis Potosí es del 43.9%. Esto significa que casi 44 de cada 100 niños en el estado enfrentan este grave problema. Esta alarmante situación se refleja en las consultas médicas diarias. Los doctores atienden casos frecuentes de indigestión, reflujo gastroesofágico y estreñimiento, padecimientos comunes derivados de una dieta pobre en fibra y rica en grasas y azúcares.
Además, advierten que el consumo continuo de comida chatarra eleva significativamente el riesgo de que estos niños desarrollen enfermedades crónicas a edades tempranas, como diabetes tipo 2 e hipertensión. Los profesionales de la salud mencionan que es urgente una estrategia más integral que complemente las acciones en las escuelas con una educación nutricional efectiva en los hogares y las familias.