Falta de voluntad y falta de amor propio son los comentarios recurrentes de quienes critican a las personas excedidas de peso; pero, la obesidad es una enfermedad compleja y derivada de múltiples causas, Primero, una incorrecta alimentación por desconocimiento, un ambiente cargado de azúcares y grasas y la pobre existencia de espacios para ejercitarse.
Ante esta situación, hoy en día pululan los casos de “éxito” de personas que se sometieron a técnicas o procedimientos para bajar de peso. Uno de ellos, con costo aproximado de 100 mil pesos es el balón gástrico, el cual se coloca de forma ambulatoria, sin ingresar al hospital, y se retira en un plazo de 6 a 12 meses.
La colocación es mediante endoscopia (un tubo con una cámara que es introducido a través de la boca) y que se realiza bajo sedación anestésica profunda, el balón intragástrico vacío.
Va al estómago, se procede al llenado del balón con 500 ml de solución salina estéril al que se le añade tinte azul de metileno, esto para detectar una fuga o rotura del balón, mediante la orina.
Una pregunta muy común es, para quienes está indicado este procedimiento; los balones gástricos se prescriben a pacientes que tienen un índice de masa corporal (IMC) entre 30 y 40, que son obesos tipo 1 y tipo 2 y que necesitan perder más de 10 kg.
Sin embargo, el balón no es una fórmula mágica, porque tras retirarlo se debe mantener una disciplina de ejercicio y alimentación para evitar ganar el peso perdido.
