Durante años, algunos alimentos han sido injustamente señalados como dañinos para la salud. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que muchos de ellos pueden ser beneficiosos cuando se consumen con moderación y en sus versiones de mayor calidad. A continuación, presentamos 8 alimentos que podrían formar parte de una dieta equilibrada:
- Mantequilla
Mito: Contiene muchas grasas saturadas y obstruye las arterias.
Verdad: La mantequilla de animales alimentados con pasto aporta vitaminas A, D, E y K. Consumida en moderación, es compatible con una dieta saludable. - Sal
Mito: Aumenta la presión arterial y causa enfermedades cardíacas.
Verdad: La sal, especialmente la de calidad como la marina o del Himalaya, es necesaria para la hidratación y el funcionamiento muscular. La clave es el equilibrio. - Huevos
Mito: Su alto contenido de colesterol es perjudicial para el corazón.
Verdad: Los huevos aportan proteínas de calidad y grasas saludables, elevan el colesterol «bueno» (HDL) y no afectan negativamente al corazón en la mayoría de las personas. - Carne roja
Mito: Provoca cáncer y problemas cardíacos.
Verdad: Los cortes magros son ricos en proteínas, hierro y vitaminas B. El consumo moderado de carne de calidad es seguro. - Lácteos enteros
Mito: Las grasas que contienen conducen a la obesidad y enfermedades del corazón.
Verdad: Los lácteos enteros contienen ácidos grasos esenciales y vitaminas que contribuyen a la saciedad, ayudando a reducir la ingesta calórica. - Papas
Mito: Son altas en carbohidratos y provocan aumento de peso.
Verdad: Las papas, al horno o hervidas, son fuentes de potasio, fibra y vitaminas, y pueden formar parte de una dieta balanceada. - Café
Mito: Deshidrata y afecta el corazón.
Verdad: Rico en antioxidantes, el café favorece el metabolismo, la función cerebral y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. - Chocolate negro
Mito: Demasiado azúcar y grasas, poco saludable.
Verdad: El chocolate negro (70 % de cacao o más) es rico en antioxidantes que mejoran la salud cardiovascular.
Estos alimentos, lejos de ser enemigos, pueden aportar grandes beneficios si se eligen y consumen adecuadamente.