Desde la prehistoria, el ser humano ha buscado diferentes formas de mantenerse sano, así como de curarse de alguna enfermedad o padecimiento. En épocas remotas, era común el uso de plantas para tratar algún problema de salud. Incluso el rezar o realizar algún rito era común en la medicina antigua.
Un procedimiento médico que data desde hace varios siglos es el de colocar miel en las heridas, esto con el propósito de que cicatrice lo antes posible, así como de prevenir una infección en el sitio de la herida. Este procedimiento fue utilizado por varias civilizaciones antiguas como Egipto, Asiria, China, Grecia y Roma.
La medicina, al igual que otras ciencias, ha avanzado, haciendo nuevos descubrimientos que aportan información para poder mejorar técnicas o procesos, haciendo más eficiente la rehabilitación del enfermo. De igual manera, se han dejado de lado prácticas no tan eficientes para abrirle paso a las nuevas. No obstante, se sigue colocando miel en las heridas en épocas actuales.
¿Realmente la miel ayuda con las heridas? Es una pregunta que más de uno se ha hecho, pues a primera vista, parece un método bastante rudimentario, e incluso insalubre. Sin embargo, se han hecho estudios sobre sus propiedades y la viabilidad de colocarla sobre las heridas.
La miel posee propiedades anti-bacterianas, pues su composición química hace que sea imposible que las bacterias se desarrollen en ella. Incluso puede ayudar si ya se tiene una infección, pues también matará las bacterias que ya se han desarrollado. De igual manera, estimulará al sistema inmunológico, lo que también será de ayuda para combatir a las bacterias.
También posee propiedades cicatrizantes, pues estimula la realización de múltiples procesos celulares que reparan la piel y otros tejidos, así como los vasos sanguíneos, e incluso células del sistema inmunológico.
Ser antioxidante y antiinflamatorio son otras propiedades que posee la miel, por lo que no sólo se encargará de cerrar la herida y protegerla en el proceso, sino que también brindará una sensación de bienestar mientras se esté en la rehabilitación.
La miel es una sustancia con múltiples propiedades medicinales, que se ha usado desde tiempos remotos y se sigue usando en la actualidad por su practicidad y eficacia en las heridas, por lo que es ampliamente recomendable su uso. No obstante, siempre será mejor seguir un método más actual, y eficiente.