Expertos en salud alimentaria hacen un llamado a la precaución durante las altas temperaturas, advirtiendo sobre los riesgos de consumir alimentos en mal estado que podrían causar intoxicaciones alimentarias. Durante el calor los alimentos tienden a descomponerse más rápidamente debido al crecimiento favorable de microorganismos patógenos asociados con la descomposición a temperaturas elevadas.
Se recomienda prestar especial atención a dos grupos alimenticios: las carnes y los mariscos. Las carnes, ya sean rojas o blancas, tienden a descomponerse rápidamente, mientras que los mariscos, al provenir del mar, tienen un tiempo de caducidad reducido y deben conservarse en el refrigerador y consumirse frescos.
La Clínica Mayo recomienda conservar las sobras de comida en el refrigerador por un máximo de 3 o 4 días, ya que después de este periodo aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria. Las sobras congeladas pueden conservarse por más tiempo, aunque se sugiere consumirlas preferentemente dentro de los primeros tres o cuatro meses.
Es importante tener en cuenta que las bacterias presentes en los alimentos en mal estado no siempre alteran su sabor, olor o apariencia, por lo que si hay dudas sobre la seguridad de un alimento, lo mejor es desecharlo. La recomendación final es enfriar los alimentos que hayan estado fuera del refrigerador a temperatura ambiente durante no más de dos horas, para evitar el crecimiento de bacterias y garantizar la seguridad alimentaria.