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Cenar temprano podría prevenir diabetes

La sabiduría del cuerpo es perfecta, las reacciones que emite están calculadas milimétricamente, en cada sensación que no le corresponde trabaja para volver a la normalidad.

Los alimentos que consumimos, tienen la labor de distribuir los nutrientes para que el cuerpo los almacene en el lugar y de la forma que le correspondan.

Nuestro sabio organismo define mediante el reloj biológico el mejor tiempo para recibir esas reservas que utilizará para su funcionamiento.

Si bien, hay quienes creen que la cena es la principal enemiga para bajar esos kilos de más, lo cierto, es que muchas veces, el problema no es lo que comemos, sino la cantidad y el horario en que lo hacemos.

Dentro del marco de una alimentación saludable, los nutricionistas recomiendan hacer las 4 comidas principales del día. En este sentido, también sugieren que es conveniente cenar temprano o bien, no ir a dormir inmediatamente luego de haberlo hecho.

Está claro que los hábitos alimentarios y el nivel de actividad física están directamente relacionados con el peso y el desarrollo o la prevención de enfermedades metabólicas. Ahora bien, además de los patrones dietarios, ¿qué tienen que ver los horarios de las comidas?, ¿qué dice la ciencia al respecto?

Desde hace tiempo, los científicos saben que el cuerpo humano funciona según un reloj biológico que regula los ciclos de sueño y vigilia en base a las horas de día. De hecho, se determinó que no hay solo uno, sino una serie de ellos en los diferentes órganos.

Es entonces, esta premisa la que determina que cenar temprano podría ayudar a prevenir la diabetes y mantener un peso óptimo, así como también prevenir la obesidad.

hay estudios que sugieren que las personas que cenan inmediatamente antes de acostarse tienen mayor probabilidad de desarrollar síndrome metabólico, es decir patologías como las mencionadas en el apartado anterior.

En una investigación publicada en la Revista Nutrients se comparó el efecto que produjo una dieta de 3 alimentos principales y un bocadillo en dos poblaciones de adultos jóvenes. Se administraron estos platillos durante el día en el primer grupo y durante la noche en el segundo.

En el mismo se encontró que a pesar de haber comido de manera idéntica, los que se alimentaron exclusivamente de noche desarrollaron indicadores de resistencia a la insulina, es decir, mayor riesgo de desarrollar diabetes.

Entonces, es esto a lo que los profesionales de la nutrición se refieren cuando aconsejan cenar temprano. Siempre que sea posible, hay que hacerlo dentro de las dos horas antes de ir a dormir.

No es que el cuerpo no sea capaz de digerir los nutrientes durante la noche pero si en el día, sino que el reloj biológico funciona de una determina forma. Parte de esto es también, comer a horarios regulares y no saltear comidas.

Con información de mejor con salud

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