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El Cártel del Gol: el caso de Alfonso Sosa

Cártel. Organización ilícita que trafica con drogas o con armas.

Poncho Sosa: la salvación de un equipo que nació muerto

Tras dejar al Atlético de San Luis en la última posición, con solo un partido ganado y seis disputados, Francisco Molina se despedía del banquillo del cuadro potosino como uno de los peores entrenadores que pisaron esta institución. Su lugar sería ocupado por nada más y nada menos que Luis Alfonso Sosa Cisneros.

Poncho Sosa llegaba al equipo potosino siendo el «Rey Midas» del Ascenso, logrando llevar al máximo circuito a Leones Negros y después a Necaxa. Los reflectores estaban puestos en el nuevo entrenador del San Luis. Y, como era de esperarse, Poncho iba a demostrar lo que era capaz de hacer en tan solo días de su llegada.

En el Clausura 2018, tras agarrar un equipo hundido, Alfonso Sosa empezaba a mostrarle a la afición potosina lo que era tener un equipo estable, ganado una serie de partidos que le abrió la posibilidad de meterse a la liguilla, solamente tenía que ganarle a un viejo conocido del entrenador, los Leones Negros. El partido terminó con victoria para el equipo de Guadalajara y Atlético de San Luis se quedaba a un partido de disputar su primera liguilla, sin embargo, había ganado un proyecto estable y, sobre todo, había encontrado el camino para un exitoso futuro; sin saberlo, esa noche San Luis ganó más de lo que perdió.

En el Apertura 2018, Alfonso Sosa lograba entrar a liguilla en quinta posición, sumando 23 puntos y llegando hasta la final, donde se enfrentó a unos Dorados de Sinaloa de un tal Diego Armando Maradona, partido que vio a un Atlético de San Luis remontar en el Alfonso Lastras y lograr lo inesperado: en un año, Poncho Sosa le entregó el tan ansiado título a esta afición.

Con el Clausura 2019 a la vista, el equipo llegaba motivado, varios refuerzos le dieron esa solidez al equipo, quienes lograron entrar en primer lugar a la liguilla, haciendo 28 puntos y quedando invicto. El rival a vencer en la final, los Dorados de Maradona, por segunda ocasión. Con un partido que se fue hasta los tiempos extras, una jugada de tiro libre dejó a Unai Bilbao con la oportunidad de sacar un disparo que acabó en las redes, marcando el único gol de la noche. Atlético de San Luis lo había logrado. Atlético de San Luis era bicampeón de ascenso. Atlético de San Luis era de Primera División. 

La noche gris en Guadalajara

“Cuando nosotros ascendemos empieza a llegar gente a acercársele al presidente con interés distinto, ellos querían meter a su gente”, Alfonso Sosa.

Poncho Sosa lo tenía claro, llegar a Primera División había sido el objetivo que tanto buscaba el Atlético de Madrid, pero permanecer en esa división, ese, ese iba a ser el verdadero reto. Desde arriba se sabía que adaptarse a este nuevo nivel de juego no iba a ser sencillo, por lo que el entrenador potosino lo dictaminó de la siguiente manera: seis jornadas de adaptación, no más, quizás menos. 

Por su puesto que dentro de esas jornadas el equipo potosino vio resultados desastrosos, pero también es cierto que el equipo vio victorias que supieron a gloria. Tan es así, que el San Luis logró estar dentro de los primeros ocho lugares (en ese entonces aún no existía el repechaje).

Con una victoria y un empate, Atlético de San Luis llegaba al estadio de las Chivas en la jornada tres con el objetivo de rescatar un punto como mínimo, objetivo que no fue cumplido, perdiendo tres goles a cero y demostrando un futbol deplorable.

“Muchachos, así no me gusta competir, si vamos a perder, vamos a perder de la mejor manera. Tenemos que ser más “hijos de puta”, más «cabrones”, fueron las palabras que Alfonso Sosa mencionó en el vestidor y que, aún sin saberlo, serían las sentenciaron su salida. 

Un mes después, en septiembre, los dirigidos por Sosa Cisneros visitaron el estadio Hidalgo donde sacaron una victoria. Atlético de San Luis había cumplido la promesa de adaptación en menos de seis jornadas y lograba meterse en los primeros puestos de liguilla. San Luis encontraba esa adaptación para competir en Primera División.

Tres días después… Alfonso Sosa era despedido como entrenador del Atlético de San Luis.

La mafia del futbol mexicano

El ocho de octubre del 2019, el periodista mexicano, Amir Ibrahim, saca a la luz la investigación “El cártel del gol”, donde exhibe los casos de corrupción dentro de la Liga MX, destacando la condonación de impuestos por más de dos millones de pesos en los sexenios de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.

El periodista definió a esta organización como “una muy bien estructurada y maquillada entre promotores, prestanombres, empresas falsas, directores técnicos y directivos, cuyo objetivo primordial es el obtener las máximas ganancias posibles mediante el sobreprecio de los jugadores, así como la evasión de impuestos”.

Sí, estas eran las personas a las que Alfonso Sosa se refería cuando habló de gente que le llenó la cabeza de tonterías a Alberto Marrero, presidente del Atlético de San Luis. Joaquín Laso y Ricardo Centurión, dos futbolistas que llegaron a reforzar al equipo en la primera temporada, estuvieron presentes aquella noche gris gris en Guadalajara. Sí, ambos futbolistas eran pertenecientes al Cártel del Gol. Sí, ambos acusaron a su entrenador de un supuesto racismo en sus declaraciones. Sí, ambos recibieron aquella instrucción desde más arriba.

Un mes antes de que Alberto Marrero corriera a Poncho, este Cártel ya había encontrado sustituto, Gustavo Matosas, un viejo conocido del futbol mexicano. Semanas después de su arribo a San Luis Potosí, sale a la luz el reportaje donde revelan los acuerdos turbios entre Fernando Pavón (representante perteneciente al Cártel) y Gustavo Matosas. Días después, el entrenador argentino-uruguayo era destituido de la institución potosina.

Alfonso Sosa fue víctima de un Cártel tan poderoso como peligroso, un Cártel que lleva controlando el futbol mexicano desde hace años, un Cártel que es capaz de arruinar la vida de un hombre con tal de salirse con las suyas. “El Cártel del Gol” es un claro ejemplo de que el futbol mexicano es un peón más de una corrupción que está acabando con este país.

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