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Viven época romántica en Matehuala

Las hermanas Rosa María y Silvia Medrano Martínez recordaron el Matehuala del ayer que les tocó vivir en una época muy romántica.

Con una multitud de recuerdos y anécdotas fueron entrevistadas recientemente por el locutor José Paz Villanueva Contreras, de la estación Oye 105.5 FM, dentro del programa “Memorias de nuestra gente”, que se publica en Facebook y por sus diferentes plataformas.

Hablaron sobre su familia, los negocios familiares, las tiendas de antaño ya desaparecidas y las diversiones juveniles de los años 50 y 60.

Silvia recordó que su papa Jerónimo Medrano Vázquez tuvo una tenería en la calle Aramberri con Cuauhtémoc, donde contaba con una planta laboral de 12 trabajadores.

Mencionó a algunos de esos trabajadores de esa tenería y de otras curtidurías con las que tenía relación; en una de ellas trabajaba “El Hollín”, así le decían porque era muy moreno.

Don Jerónimo mandó a su hermana Julita a estudiar medicina a la Ciudad de México y a su regreso trabajó con diferentes médicos de Matehuala y tuvo su consultorio particular.

Las hermanas dijeron que Julita es muy estimada por muchos matehualenses que la recuerdan, pues debido a su especialidad en obstetricia, atendió muchos partos en las diferentes clínicas públicas y privadas de la ciudad.

Los Medrano Martínez fueron 13 hermanos, siete mujeres y seis hombres, de los cuales aún viven seis hermanas y un hermano, Juanito.

Silvia, Rosa María y Leticia viven en Matehuala, igual que su hermano Juanito; Graciela, en la ciudad de San Luis Potosí; Oralia en la Ciudad de México, y Lupita, en Monterrey.

DIVERSIONES JUVENILES DE LA ÉPOCA

Después de preámbulo familiar de la entrevista, José Paz pidió a las hermanas Medrano Martínez que le contarán cómo eran las diversiones juveniles de su tiempo.

Mencionaron que había tertulias dominicales en la Sociedad Mutualista, con un horario de 4 a 7:30 de la tarde, y los jóvenes de esa época se congregaban en la Plaza de Armas; las mujeres daba la vuelta en sentido contrario al de los hombres.

“Añoro con tristeza esos tiempos”, dijo Rosa María.

De los bailes que había recordaron que eran amenizados por orquestas como la de Pablo Beltrán Ruiz, la orquesta de Carlos Campos y los Gatos Negros, entre otros grupos.

Además de la Mutua, otros lugares de baile era el Casino (localizado donde ahora es la tienda Elektra), la Pérgola (en el Parque Álvaro Obregón) y las Canchas Bocanegra.

Las hermanas Medrano Martínez estudiaron en la Escuela Altamirano, y algunos de sus maestros fueron Rosario Alvarado, María Serrato, Carmen Ojeda y Miguel Sánchez Sosa.

Rosa María, llamada también Rosita, dijo que su época era de mucho romanticismo, con música de los tríos como “Los Panchos”; en esos años conoció a su esposo, a quien no identificó, y después de un noviazgo de seis años se casó y su matrimonio duró 64 años, hasta la muerte de su marido hace dos años.

Rosita tuvo seis hijos, mientras que Silvia procreó a tres hijos

Antes de morir, su mamá le pidió a Rosita que siempre buscarán la unidad familiar de sus hermanos, razón por la cual mantienen una buena relación los que sobreviven.

Su papá Jerónimo Medrano Vázquez murió muy joven, de 48 años, en el año de 1953, por lo que la fecha de su nacimiento fue en 1905.

Al morir, en la casa familiar, además de los 13 hermanos vivían sus tíos, procedentes de Cedral, S. L. P., sumando una familia muy grande de 18 integrantes.

VECINOS DE LA CALLE GUERRERO

Recordaron que la familia vivió en Terán y Juárez, y después en una casa localizada en la calle Guerrero y Cinco de Mayo.

De los recuerdos en su segunda casa, Silvia mencionó el incendio del Cine Minerva, que fue construido con mucha madera; el sitio es donde se localiza el Cine Las Américas.

Dijo que don Rafael Yrízar era vecino de su familia y vivía en la esquina donde fue oficina de los Transportes Tamaulipas.

En contraesquina vivía Amparito, mamá de la señora Martha de María y Campos, quien fue esposa de don Santiago Vivanco.

Dijo que en la boda de Martha y Santiago, al salir de misa, un avión sobrevoló y aventó flores, un espectáculo muy inusual y ahora recordado.

Haciendo un recorrido del Matehuala del ayer, Silvia señaló que las calles eran empedradas y corría agua de una acequia del Ojo de Agua.

Dijo que por esa zona vivía don Jesús Chalita, papá de Miguel Chalita Siade, fundador de Almacenes Chalita; también la “Casa de los Pavorreales”, de don Manuel Fernández, dueño de la ferretería La Palma.

Recordó que muchos de los comercios que había por el rumbo del Mercado Arista eran carnicerías, tiendas de ropa y calzado, farmacias, además de talabarterías.

También la tienda de su tío Blas Badillo, localizada donde ahora es el Casino del Valle; frente a la Plaza Juárez se encontraba la Casa Gómez Azcárate, y La Aurora de don Ernesto Pérez Quijano.

Mencionaron la tienda La Reynera, de don Blas Torres, por la calle Juárez al sur. Rosita dijo que a ella don Blas la llamaba “maestra” y era muy conocida porque su tía, la doctora Julita, atendía a su esposa Lucita.

Por el rumbo de La Reynera se encontraba la Plaza de la Leña, que entonces era un terreno donde se instalaban los circos que se presentaban en Matehuala.

También en el Parque Álvaro Obregón se presentaban las carpas o caravanas de artistas, donde recordaron que vieron actuar a Chato Padillo.

Silvia heredó de su mama el gusto por la cocina, quien llegaba a hacer hasta 20 kilos de tamales; al terminar la entrevista invitó a José Paz a degustar unas deliciosas gorditas.

Nuevamente, José Paz salió a las calles de Matehuala para ofrecer más historias del Matehuala del ayer.

Gracias.

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