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Con 124 años la tienda “El Pabellón” es la más antigua en Matehuala 

Con 124 años, la tienda El Pabellón, localizada en el Mercado Arista de Matehuala, S. L. P., fundada por don Benito Cázares en 1898, es la tienda más antigua de la ciudad. 

En entrevista reciente con el locutor José Paz Villanueva Contreras, Carmelita Cázares Rueda, actual propietaria, narró los orígenes de la tienda, en una transmisión de la estación Oye 105.5 FM, dentro del programa “Memorias de nuestra gente”, que se publica en Facebook y por sus diferentes plataformas. 

La tienda fue fundada por su abuelo ofreciendo el servicio de la fabricación de zapatos a la medida y luego fue evolucionando al heredarla su hijo José Cleofas Cázares, cuyas iniciales “JCC” ostenta el edificio El Estudiante, en Hidalgo y el Callejón del Arte. 

El Pabellón ahora vende sombreros de palma, artículos de talabartería para los caballos, productos de henequén y en la época navideña niños Dios, ropones, productos para los nacimientos y hasta libros sobre productos naturales medicinales. 

Siempre con visión comercial, contó Carmelita que su abuelo también tenía una tienda de abarrotes y su papá construyó El Estudiantes para vender libros de texto que se llevaban en las escuelas primarias, antes de que los libros fueran gratuitos. 

EVOCAN ZONA COMERCIAL DEL MERCADO 

Carmelita recordó algunos comercios que existían en el centro de Matehuala, como la tienda de don Blas Gómez Badillo, donde ahora está el Casino del Valle; La Palma y el Hotel Matehuala, propiedad de don Manuel Fernández, quien destacaba en la ciudad por tener su auto último modelo, así como el Lic. Cerrillo, de La Paz, S. L. P. 

Entre otras tiendas, se encontraban La Aurora, de don Ernesto Pérez Quijano, El Rancherito (tienda de discos), El Mayoreo, la tienda de un chino llamado Him Lee, donde vendían jamones, quesos y embutidos. 

Otros locatarios y comerciantes del área eran don Miguel Biely, talabartero de origen ruso que tenía su tienda llamada El Charro; don Víctor Coronado, quien tenía la tienda de ropa llamada El Puerto de Liverpool, en Juárez con Bustamante. 

Entre los comerciantes había mucha amistad, señaló Carmelita, y algunos de ellos como don Víctor Coronado y el Lic. Modesto Sánchez, acudían a la casa de su papa José Cleofas Cázares a jugar ajedrez por las noches. 

La casa de la familia Cázares se ubicaba en la cuadra donde se localiza actualmente El Estudiante. 

EL MATEHUALA DE AYER…

Recordó que en esos años, los 50s y los 60s, Matehuala era muy pequeño, todos se conocían y los zaguanes de las casas estaban abiertos, sin la preocupación de alguien se metiera a robar.

En esa época, la feria anual en enero se efectuaba en el centro de Matehuala en los alrededores de la iglesia, donde se ponían los juegos mecánicos como la ola y los caballitos.Carmelita estudió en el Instituto Matel, localizado en la calle Hidalgo en lo que es actualmente el estacionamiento de Bodega Aurrerá. y algunas de sus compañeras fueron Chabelita Leyva, Martha Espinosa, Anita Dibildox, Josefina Coronado y Chuy Nava, entre otras.

Señaló que su padrino de graduación fue don Miguel Chalita, quien ese tiempo tenía la tienda Chalita en Hidalgo y Julián de los Reyes.

Entre sus paseos dominicales, iba con su familia de día de campo a La Rezandera, el Ojo de Agua, a Aramberri y Zaragoza, Nuevo León, y a un lugar llamado El Estanque, hacia el sur de Matehuala por la Carretera 57.

Carmelita es una heredera de la tradición oral que se fomentaba en las familias matehualenses con relatos en las pláticas de sobremesa, como las narraciones de hechos sobrenaturales o de espantos, entre ellas recuerda las transmitidas por su mamá.

“Hay que vivir el día de hoy de la mejor manera”, recomienda como norma para la vida diaria, en la que se disipe el estrés que ahora enferma a la sociedad.

Recuerda que ahora a su llegada, como iluminando el día de los locatarios del Mercado Arista, le dicen: “Ya llegó Carmelita, la alegría del mercado”.

Con tres generaciones, El Pabellón transcurre sus días, a 124 años de su fundación y tres generaciones que lo han administrado.Larga vida a El Pabellón. ¡Muchas felicidades a Carmelita!

Por: Rubén Hipólito, cronista Honorario de la Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León “José P. Saldaña” A.C.

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